Riots on the Moon
23.11.23 – 06.01.24
Riots on the Moon, la exposición individual de Carlos Amorales en la galería, presenta su más reciente colección de obras.
Las obras, creadas utilizando un programa de Inteligencia Artificial, hacen alusión a unos enfrentamientos entre manifestantes y la policía antidisturbios ocurridos recientemente en Francia. Amorales tiene predilección por trabajar con temas relacionados con la identidad y contextos culturales. Su obra frecuentemente explora la tensión entre la identidad individual y la cultura colectiva.
La exposición contará también con una destacada colaboración: un performance en conjunto con el destacado compositor contemporáneo Juan Manuel Artero. Artero ha logrado trascender las convenciones estilísticas, su obra se caracteriza por una síntesis magistral de melodías vanguardistas y armonías complejas, otorgando a su música una identidad única.
DISTURBIOS EN MOON STREET
En la protesta se trenzan los gritos,
lunares.
«Guarden la calma, dispérsense».
Un mosaico de voces se escucha
en Moon Street, trascendiendo el tiempo
y el espacio. Quieren, desafiantes,
que se les oiga.
«¡Somos el noventa y nueve por ciento!»
La policía siente la vibra
del mantra, antes distante, cercano.
«¡Atrás! ¡Atrás!»
«Respeten la ley, mantengan la paz».
Explotan, más allá de los límites
del cuerpo, las voces.
«¡Salvaron a los bancos, a nosotros
nos vendieron!»
El gas lacrimógeno fluye en Moon Street.
«Despejen el área, vuelvan a sus casas».
Los escudos chispean y chocan,
vibrantes y brillosos.
Metálicas frecuencias transportan
las protestas. Los ecos disidentes
se oyen bajo la luz cósmica.
«¡Atrás! ¡O se usará la fuerza!», gritan,
«¡Las calles son nuestras!» canta
la rebelión.
Un nuevo límite; crece el desafío.
Una advertencia, dura y clara,
autoritaria.
«¡Dispérsense ahora!», insisten.
«¡Por su propia seguridad!»
En la cacofonía de Moon Street,
los que protestan parecen arder
resistentes, desafiantes.
Ahora los disparos suenan reales.
Repiten, hasta que cae la noche,
las órdenes. «¡Cooperen!»
«¡Eviten el enfrentamiento!»
«¡Dispérsense o serán arrestados!»
Bajo la luz de plata, el eco
de las órdenes. «¡Atrás!»
«¡Esta es la última advertencia!»
Su valentía genera dudas.
«¡Salvaron a los bancos! ¡A nosotros
nos remataron!» En voz alta,
la historia de la revolución.
En el polvo el eco de las órdenes.
«¡Protesten dentro de los límites
legales! ¡Desalojen el área!»
Se amplifican las voces de la multitud,
resuena en la noche el desafío.
«¡Educación y no encarcelamiento!»
Los lemas se transmiten, son útiles.
«Una llamada en confianza,
ocupen Moon Street».
En este pueblo la línea oficial es
«¡Vayan en paz o serán arrestados!»
La injusticia reverbera
nocturna. «¡No resistan el arresto!»
La queja revela al infiltrado.
«¡Criminales de las corporaciones,
los vigilamos!»
En la armadura de los terminators
rebotan los lemas.
«No justicia, no paz, no policía
corporativa!»
Estando así las cosas, al buscarse
lo que es justo,
«¡Ellos dicen corte, nosotros decimos
pelea!»,
en la lucha por la equidad universal,
«¡Que paguen los bancos, no los trabajadores!»
podría comenzar una nueva era.
«¡Todo el día, la semana entera,
ocupemos Moon Street!»
La súplica legítima flota
en el viento:
«»¡Nuestra necesidad es mayor que su codicia!»