The Fly
07.11.24 — 04.01.25
El colectivo artístico danés SUPERFLEX, reconocido por sus instalaciones y proyectos subversivos en museos y espacios públicos alrededor del mundo, presenta en Albarrán Bourdais Madrid la exposición The Fly, en la que especula con la vida de objetos y símbolos cotidianos en un futuro alterado por el cambio climático y el aumento del nivel del mar.
SUPERFLEX ha ganado reconocimiento mundial por sus proyectos colaborativos y exposiciones individuales en instituciones como Tate Modern, donde instalaron columpios interconectados que se expandían más allá del museo, fomentando la colaboración entre los visitantes.
Para The Fly, la primera exposición individual de SUPERFLEX en Madrid y con la galería, el colectivo continúa sus exploraciones sobre modelos sociales y económicos alternativos, con nuevas esculturas, obras en vídeo, fotografía y una pintura mural hecha in situ.
Mirando más allá de percepciones humanas del tiempo, la exposición especula sobre futuros en los que obras de arte y elementos cotidianos se convierten en restos arqueológicos y objetos habitados por no humanos.
La exposición presenta nuevas obras de la serie «Power Toilet Death Masks», un conjunto de moldes para inodoros y otros equipos sanitarios hechos a partir de los objetos del baño de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Los objetos se presentan como máscaras mortuorias, en referencia a las máscaras que se hacen después de la muerte de una persona y se le asemejan.
Con estas obras, SUPERFLEX homenajea con humor el baño de la sede de una organización que trata los efectos del cambio climático en todo el mundo, mientras señala un posible futuro en el que la infraestructura humana es exhibida como una curiosidad arqueológica.
El brillante letrero azul «There Are Other Fish In The Sea» continúa reconceptualizando los discursos centrados en el ser humano, apropiándose de estrategias publicitarias para resaltar la insignificancia de la vida humana en el contexto más amplio de la vida en la Tierra. SUPERFLEX incorpora el pensamiento inter-especies en su práctica, partiendo de un futuro plausible en el que los peces y otras especies prosperan en nuestra ausencia y habitan nuestros hogares a medida que aumentan los niveles del mar.
En la nueva obra «Ten Flies Staring at Each Other», réplicas de diez moscas están dispuestas en filas, mirándose intensamente entre sí. Las moscas están organizadas en una formación perfectamente geométrica que sería casi imposible de encontrar en la naturaleza.
Las moscas, que se han vuelto completamente dependientes de la vida doméstica de los humanos, suelen ser vistas como una molestia. Aquí, están colocadas en la pared de una galería vacía y son las que observan a los visitantes mientras estos deambulan por el espacio. Siguiendo literalmente el refrán inglés “a fly on the wall”, las moscas actúan como observadoras invisibles y cándidas de nuestra civilización.
En la siguiente sala se encuentra «As Close as We Get», una serie de esculturas hechas con bloques de construcción modulares que presentan muchas superficies planas e irregulares, lo que crea más área de superficie para peces y otras criaturas marinas.
The Fly presenta dos de las construcciones de la serie, que según SUPERFLEX «funcionan como arte para humanos y como posibles hogares para peces». Las paredes de la sala están rodeadas de una pintura mural hecha in situ, transportando al visitante a un paisaje pintado con los colores del dinero.
El trio concibe sus obras como herramientas para el cambio social y, desde sus inicios en la década de 1990, ha desafiado símbolos culturales y percepciones de valor y mercancías. Con «If Value Then Copy», SUPERFLEX subvierte el dictum “if value, then right”, que sugiere que cualquier cosa valiosa debería tener derechos de autor. En la exposición, tres pinturas textuales prácticamente idénticas, repetidas utilizando técnicas de producción masiva, confrontan ideas de originalidad y autoría en el contexto de una emergencia climática.
El vídeo «Flooded McDonald’s» actúa también como una alegoría de la inminente catástrofe económica y ecológica. Esta obra post-apocalíptica presenta una réplica a tamaño real de un restaurante de la cadena llenándose de agua hasta que el espacio está completamente sumergido. No se puede ver de dónde proviene el agua creciente, solo el mobiliario, la comida y el reconocible embalaje de un símbolo global del capitalismo hundiéndose lentamente en el agua.