Esther Stocker

Italia, 1974.

Su obra consiste principalmente en pinturas e instalaciones desde una perspectiva abstracta y geométrica, dos géneros estrechamente relacionados entre sí. Las instalaciones de la artista son proyecciones tridimensionales de sus pinturas, realizadas exclusivamente con una paleta limitada de negro, gris y blanco. ¿Podrían describirse como pinturas espaciales, escultóricas, o más bien como espacios pictóricos? Esther Stocker rompe los géneros del arte. Su investigación se centra en la visión y la percepción del espacio desde un enfoque social y contemporáneo, influenciada también por las nuevas tecnologías. La creación de sus piezas está inseparablemente ligada a un discurso matemático muy elaborado, parte esencial de su método artístico. La reflexión de la artista se centra en la pregunta: «¿Cómo es que un sistema perfecto es imperfecto en la realidad?». Sus estructuras geométricas se basan en módulos eternamente autorrepetitivos que crean un ritmo visual aparentemente ordenado, al que la artista añade aberraciones para generar un ritmo adyacente pero nuevo. Esta introducción de desviaciones en el equilibrio óptico, similar al enfoque arquitectónico manierista del siglo XVI, crea sorpresa y emoción a través de la interrupción intencionada del orden y la dimensión plana.

Available artwork

Untitled,
Esther Stocker
Untitled, 2021
Impresión en cubierta de lona, resina epoxi para espacios interiores y exteriores
Dimensiones variables
Pieza única
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